Seamos amigos, borremos las cientos de veces que lloré por tu causa, olvidemos las fracturas que ocasionaste a mi corazón, dejemos atrás los insultos y patanerías que tuviste para mi, ignoremos las mentiras que me contaste como verdades, no nombremos a la mujer por la que me dejaste, tampoco a la segunda; llamas y confiesas que no me quieres, que nunca me has querido y que hoy estás seguro que nunca lo harás, pero en tu infinita bondad me ofreces ser amigos; seamos amigos por los viejos tiempos, por la bebida compartida, por las noches sin amor, por los sueños rotos, por mi dignidad pisoteada seamos amigos.
¡Claro! seamos amigos, para sentarme en tu estante de banalidades, aquel donde las mujeres que no amaste se ganaron el derecho a ser amigas y confidentes. Sería mi turno de fingir, te hablaría de lo valioso que eres como persona, que siempre te llevaré en mi corazón y que el karma es sólo una invención; que no hay pasatiempo mejor que comprar sentimientos en cualquier aparador, que el sexo es moneda de cambio, que aparentar es importante, que los amigos vienen y van, que nada es para siempre, que la cobardía es tu mejor atractivo y tu mitomanía envidiable; que velaré tus dulce sueños de Jet Set,. Alabaría tu analfabetismo emocional y tu invalidez intelectual; claro...seamos amigos.
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