lunes, 28 de junio de 2010

Seamos amigos

Seamos amigos, borremos las cientos de veces que lloré por tu causa, olvidemos las fracturas que ocasionaste a mi corazón, dejemos atrás los insultos y patanerías que tuviste para mi, ignoremos las mentiras que me contaste como verdades, no nombremos a la mujer por la que me dejaste, tampoco a la segunda; llamas y confiesas que no me quieres, que nunca me has querido y que hoy estás seguro que nunca lo harás, pero en tu infinita bondad me ofreces ser amigos; seamos amigos por los viejos tiempos, por la bebida compartida, por las noches sin amor, por los sueños rotos, por mi dignidad pisoteada seamos amigos.

¡Claro! seamos amigos, para sentarme en tu estante de banalidades, aquel donde las mujeres que no amaste se ganaron el derecho a ser amigas y confidentes. Sería mi turno de fingir, te hablaría de lo valioso que eres como persona, que siempre te llevaré en mi corazón y que el karma es sólo una invención; que no hay pasatiempo mejor que comprar sentimientos en cualquier aparador, que el sexo es moneda de cambio, que aparentar es importante, que los amigos vienen y van, que nada es para siempre, que la cobardía es tu mejor atractivo y tu mitomanía envidiable; que velaré tus dulce sueños de Jet Set,. Alabaría tu analfabetismo emocional y tu invalidez intelectual; claro...seamos amigos.

lunes, 14 de junio de 2010

Es tarde ya

Es tarde ya, apenas he dormido, me levanto, aun no amanece y a oscuras salgo de la cama, siento el frío del otoño en mi cuerpo desnudo, la piel se me eriza al poner un pie en el piso, camino despacio, busco mi ropa a tientas, levanto con cuidado cada una de las prendas, como si fueran mis maltrechos sentimientos de tanto lanzarlos contra la pared, mi cuerpo tiembla de vacío, de esta fría historia de desamor, de siempre el mismo final. Me visto y te veo dormir, me recuesto junto a ti para escuchar tu respiración; una vez más llamaste a media noche, una vez más respondí y salí de casa buscándote, una vez más estoy frente a ti, me besas, dices me has extrañado, que me piensas más de lo que creo, me besas y me venzo ante el deseo de esta vez creerte, de esta vez sentirte, de que esta vez no mientas. Y al terminar entre tus sabanas se que es verdad, que estoy aquí sin razón, tu cuerpo ha dejado de hacerme sentir y mi amor quedo en pedazos al estrellarse en tu almohada, estoy aquí ante tu fijación infantil de sólo poseer, aquí avergonzándome de mi, sabiendo que persigo una falacia, que me condeno a repetir el mismo final de tu silencio e indiferencia. Es tarde ya, salgo a pie juntillas, descalza, con frío, con miedo de regresar, de hacerme adicta a tu juego de reglas no escritas, me siento en la calle esperando mi taxi, enciendo un cigarrillo, es tarde ya para quererte, para creerte, es tarde ya para un nuevo final; salí de tu cama, de tu casa y de tu vida en completo silencio, sin final, sin adiós... es tarde ya.